La organización ecologista Greenpeace ha tildado de 'lamentable accidente' el fortuito choque de su buque insignia, el 'Rainbow Warrior II', contra un arrecife de coral en aguas filipinas. El barco se llevó por delante un área de unos 96 metros cuadrados de coral en un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad, por lo que ha sido condenado por el Gobierno de Filipinas a pagar una multa de 384.000 pesos (5.700 euros).
"Encallamos en un arrecife de coral que estábamos intentando proteger", señala la organización en un comunicado. El 'Rainbow Warrior II' estaba en Filipinas documentando el potencial impacto del calentamiento global en los bancos de coral, declarados Patrimonio de la Humanidad hace unos años.
Greenpeace justifica el accidente asegurando que el capitán del barco "trabajaba con unas cartas de navegación que creíamos exactas, y que nos hacían pensar que nos encontrábamos a 1,5 millas del arrecife cuando chocamos contra él".
"El incidente es muy lamentable. Minutos después de que nos diéramos cuenta, llamamos a los guardacostas del Parque Nacional Marino Tubbataha para informarles", ha declarado Red Constantino, responsable de la organización en el sureste asiático. Los guardacostas levantaron un acta del incidente, en el que consta que el barco ha dañado seriamente un área de 96 metros cuadrados del banco de coral.
La multa que ha tenido que pagar Greenpeace asciende a 384.000 pesos, unos 5.700 euros. "El accidente podría haberse evitado si nos hubieran dado cartas de navegación buenas, pero nos sentimos responsables del daño causado, por lo que pagaremos la multa", señaló Constantino.
La buena disposición de la organización ha agradado al Gobierno filipino, que ha expresado a través de un comunicado "el agradecimiento al trabajo que realiza Greenpeace para proteger el medio ambiente, así como la rapidez con la que ha reaccionado para poner remedio al daño causado".
El choque no provocó daños en el casco del barco, ni tampoco retrasos en el viaje de la expedición ecologista. La visita a los arrecifes en el mar Sulu era parte de una gira de cuatro meses del 'Rainbow Warrior II' a Australia, China, Filipinas y Tailandia para llamar la atención mundial sobre el calentamiento global y promover las energías renovables.
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