Los responsables de la navegación de los buques tienen la misión de emitir una señal de socorro en caso de que su embarcación sufra problemas en la mar. Sin embargo, su formación sobre el Sistema Mundial de Socorro (Gmdss) empleado para lanzar el SOS es escasa y, sobre todo, no se actualiza.
La Organización Marítima Internacional exige revalidar las tarjetas profesionales cada cinco años y deja en manos del capitán o del oficial de navegación esa función, pero a la hora de “revalidar” esos conocimientos, no le exige conocer cómo funciona el Gmdss, sino que esa prueba recae en manos del oficial radioeléctrónico. La Marina Mercante decide esta nueva prueba a pesar de que estos oficiales cuentan ya con el Certificado de Operador General del GMDSS. Es un examen de conducir a alguien con carné, critican.
Ello deriva en el gran número de falsas alarmas que se producen en la mar, denuncia Antón Salgado, ex vicepresidente de la Asociación Española de Marina Civil (AEMC). Al desconocer el sistema, que incluye un sinfín de mecanismos, disparan sin querer el SOS.
Es un fallo en el primer eslabón que condiciona toda la cadena de seguridad en el mar. Así lo considera el sector de oficiales radioelectrónicos, que asiste a la sustitución de sus puestos por personal que ha superado un cursillo de 50 horas. De hecho, ahora este colectivo, con titulación de rango universitario, debe superar una prueba práctica para poder impartir esos mismos cursos, según una reciente orden del Gobierno. La paradoja radica en que los capitanes, a quienes se les exige conocer ese sistema, se libran del citado examen.
Chile frena el Gmdss
Es sólo el primer paso de un universo excesivamente burocratizado que reduce la efectividad de los técnicos del mar, según denuncia Salgado. Además, pone de manifiesto los múltiples fallos del Sistema Mundial de Socorro, que Chile ya ha paralizado en una decisión que podría quebrar la seguridad en el mar si, como un castillo de naipes, es secundada por más países antes de la celebración de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones de la UIT en 2007.
Esa decisión corrobora las críticas de Antón Salgado a la ineficacia del Gmdss, al igual que el elevado número de falsas alarmas recibidas cada año por Salvamento Marítimo.
Ya existe el “mando único” ante una catástrofe
La catástrofe del Prestige fue uno de los momentos más trágicos para Galicia. En unos días se cumplirá el tercer aniversario de los días en que las costas gallegas se convirtieran en un cenagal de chapapote. A partir de aquel momento se reabrió en Galicia un debate, además de un proceso judicial, sobre la necesidad de crear un centro coordinador contra la contaminación marítima.
Salgado, compareciente en la comisión parlamentaria del Prestige, recuerda que la actual legislación ya establece el tan exigido “mando único” a la hora de gestionar una crisis de esta magnitud. Por ello, reclama de forma urgente “redescubrir” el Plan de Contingencias, aprobado a principios de 2001 por el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos.
En caso de que exista riesgo de contaminación del litoral, se activa el Plan Territorial de Contingencias de la Comunidad Autónoma y se crea el Organismo Rector de la Delegación del Gobierno, con su delegado al frente junto a los responsables autonómicos de Pesca y Medio Ambiente, que deberán acometer las instrucciones de la dirección ejecutiva de Operaciones en la mar, ubicada en Madrid.
Son los argumentos legales que emplea Salgado, autor de diversas investigaciones sobre el Plan de Contingencias, para matizar la acusación al entonces delegado del Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, de culpable de la catástrofe. Según él, es necesario distinguir entre responsabilidad y culpabilidad. Es la forma de reiterar el necesario aprovechamiento de los mecanismos legales en vigor
Ver Noticia Completa
|