Bruselas comparte con Galicia la necesidad de emplear nuevos sistemas químicos para la detección de toxinas y otras enfermedades en moluscos y dar por superado el bioensayo y el uso de ratones para evaluar si los bivalvos están afectados por la marea roja. Así lo aseguró ayer la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, que tras entrevistarse con el director general de Sanidad y Consumo, Paolo Caricato, explicó que Bruselas «está a traballar na mesma línea que Galicia e é probable que, en marzo do ano que ven, se vexan xa os resultados».
El cambio en la metodología comunitaria de detección por un sistema más ágil y operativo es una de las prioridades para el sector mejillonero gallego, puesto que el actual método -que comenzó a aplicarse este año, aunque estaba en vigor desde el 2002- obliga a esperar más de 24 horas por el resultado de los análisis y, además, crea la figura de los cierres cautelares cuando la zona está cerca de los niveles máximos de toxina, algo que causa serios trastornos para los bateeiros gallegos.
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