Noticias: El congelado muestra sus últimas novedades, como los embutidos de salmón

En la babelia de los congelados en que se ha convertido desde ayer el Instituto Ferial de Vigo (Ifevi) con motivo de la séptima edición de la Feria Internacional de Productos del Mar, Conxemar, causan sensación los nuevos preparados como el embutido o la hamburguesa de salmón, para los que se aprovecha la carne pegada a la raspa, y los últimos diseños de maquinaria industrial que eliminan el trabajo de quitar las vísceras del rodaballo gallego.
Los 32.000 metros cuadrados de Cotogrande, donde 552 expositores desarrollan una actividad comercial febril en los idiomas de los cinco continentes, tienen olor propio que no sólo se debe a las piezas congeladas de los pescados de los cinco océanos, ya que también reúne el de la fritura de todo tipo de preparados congelados, desde los filetes de merluza rellenos de marisco al del caviar persa e iraní o la langosta de Cuba.

La merluza y los langostinos congelados compiten en los mostradores de la feria con todos los pescados y mariscos imaginables, desde las locales sardinas y truchas a los australes filetes de ponga. Para los exquisitos, una empresa de Murcia comercializa caracoles de campo congelados.

En medio de los pabellones de Asia, Europa, África, Estados Unidos, Canadá y América del Sur destacan de forma relevante los de empresas gallegas como Pescanova, Pereira Productos del Mar, Freiremar, Pesca Puerta, Vieirasa, Fandiscosta, Fandiño y un largo listado de industrias congeladoras.

Tecnología

Entre todo tipo de maquinaria internacional que simplifica el trabajo de envasar los congelados, destaca la máquina evisceradora de rodaballo diseñada por la gallega Optimar Fodema para el clúster de la acuicultura de Galicia. Marcos Riera Táboas, director general de la empresa, explica que la nueva máquina, resultado de dos años de investigación y que se muestra por primera vez al sector con motivo de Conxemar, es capaz de limpiar hasta 1.000 kilos de rodaballo en una hora, que equivale a 360 piezas. Se trata del trabajo que desarrollan en el mismo espacio de tiempo tres o cuatro operarios.

La evisceradora exclusiva para especies planas integra cuatro operaciones, desde la apertura o corte de la cavidad abdominal, a la aspiración por vacío de las vísceras, para pasar por el repasado de los restos colgantes y finalizar en el lavado por aspersión del interior de la pieza. El sistema ha sido diseñado para piezas con un peso mínimo de 1,5 kilos y máximo de 3,5.

Marcos Riera asegura que el equipo permite que los rodaballos salgan a la venta en condiciones “óptimas” por haber sido objeto de una manipulación mínima desde su captura hasta llegar al mercado.

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