Los patrones mayores de la comarca discrepan con la decisión de la Consellería de Pesca de adelantar en dos semanas la apertura de la campaña de la centolla. Consideran que este crustáceo no está en óptimas condiciones hasta finales de noviembre e, incluso, representantes como el responsable de la Cofradía de Rianxo consideran que la veda no debería abrirse hasta diciembre, porque así las piezas estarían llenas y podrían llegar a venderse hasta a 30 euros la unidad.
El pasado año, las cofradías acordaron abrir la veda el 23 de noviembre. Sin embargo, hace unos días, a petición de las entidades marineras de Pontevedra, tuvo lugar una reunión con la conselleira de Pesca en la que se adelantó el inicio de la actividad al día 9. Al parecer, la mayoría de las agrupaciones pontevedresas votaron a favor de la medida.
A juicio del presidente de la agrupación de mariscadores de Ribeira, así como de los dirigentes de Rianxo, Noia y Cabo de Cruz, medidas como esta sólo contribuyen a esquilmar los recursos y a saturar de producto las cetáreas. Los patrones mayores rianxeiro y noiés van más allá al sugerir la conveniencia de poner un tope para regular las capturas, mientras que el pobrense Manuel Maneiro señalaba ayer que está en manos de cada profesional coger ejemplares llenos o vacíos.
Pese a las críticas, lo cierto es que la cantidad de centolla subastada en las rulas de Ribeira y Muros fue espectacular. Entre ambas localidades se comercializaron unas trece toneladas. En Rianxo se vendieron 148 kilos.
La nota negativa de la jornada fue el bajo precio que alcanzó el producto. En la lonja ribeirense, las piezas más caras fueron a 17 euros; en la rianxeira a 22 y en Muros, a 7,5 euros el kilo.
Por lo que se refiere a las cotizaciones más bajas, no superaron los cinco euros. Incluso, en Santa Uxía llegaron a distribuirse capachos de veinte kilos a unos veinte euros. En Muros fue posible conseguir lotes a 5 y 7 euros.
El presidente de la agrupación de mariscadores ribeirense, José Antonio Pérez aseguraba ayer que nunca tanta centolla se había visto en la lonja ribeirense.
Cabe señalar que a este recinto acudieron con el crustáceo marineros de diversos puntos de la comarca, ya que ni en Aguiño ni en A Pobra se comercializó.
También se desplazaron los noieses, muchos de los cuales han decidido dedicarse a la centolla mientras la Consellería de Pesca mantiene cerradas las concesiones de berberecho debido a la presencia de toxina en la ría.
Ver Noticia Completa
|