Trasladar al ámbito de la pesca un instrumento que funciona desde hace años en la agricultura. En esto consiste la iniciativa esbozada ayer por la conselleira de Pesca e Asuntos Marítimos, Carmen Gallego, para crear un seguro que permita cubrir las pérdidas que ocasionan los amarres prolongados de la flota relacionados con el mal tiempo.
Al presentar ante el Parlamento los presupuestos de la consellería para el 2006, Carmen Gallego exhibió como una de las principales novedades la realización de un estudio que permita crear un salario por inactividad, una especie de renta garantizada que disuadiría a los marineros de salir a faenar «en situacións de risco», remarcó.
El informe, para el que se consigna una partida de 90.000 euros, deberá definir los parámetros -estado de la mar, precipitaciones o fuerza del viento- a partir de los que se activaría el seguro. Y en caso de que se estime que las condiciones meteorológicas revisten una gravedad extrema para la seguridad de los barcos y sus tripulaciones, las pérdidas ocasionadas por la paralización de la actividad serían cubiertas por la póliza.
Fuentes de la Consellería de Pesca explicaron que sería una especie de extensión de los seguros agrarios combinados, que ya se aplican a sectores como el mejillonero.
Ataduras
La titular de Pesca desgranó ante la comisión de Economía un presupuesto que asciende a 217,7 millones de euros, un 1,2% más que este año, incremento discreto que Gallego justificó en la merma «brutal» de fondos europeos. De igual modo, la conselleira anunció la elaboración de una auditoría interna «para saber que recursos temos e para que valen» y denunció que estas cuentas tienen la «atadura» de la herencia recibida por el anterior Gobierno, que «deixou comprometido», dijo, más del 68% del gasto, y en algunos casos más del 100%.
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