La advertencia lanzada ayer por la conselleira de Pesca ha puesto contra las cuerdas a un sector que podría ver, por segundo año consecutivo, cómo se va al traste la campaña de ventas de Navidad. Al igual que este año, en el 2004 un episodio de marea roja durante las últimas semanas de noviembre y las primeras de diciembre provocó la paralización de la actividad de centenares de bateeiros gallegos.
La prohibición de extraer mejillón en numerosos polígonos de bateas de las Rías Baixas acabó trasladándose al mercado, y durante varias jornadas el desabastecimiento de producto, especialmente de molusco fresco de tamaño grande, fue muy acusado. Durante esas semanas, los mejilloneros se vieron obligados a cancelar el suministro a cocederos, conserveras y depuradoras debido a la falta de materia prima.
En todo caso, las dificultades que atravesó el sector en el 2004 podrían ser mucho menores que las de este año, toda vez que la presencia de toxinas en las aguas remitió en las últimas semanas de diciembre y los productores pudieron restablecer su actividad y atender así buena parte de sus compromisos.
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