a fragata Extremadura , construida por la vieja Bazán, fue entregada a la Armada en 1976 y aún prolongará su vida, si el accidente ocurrido no adelanta su baja, hasta el año 2009. De los cinco buques iniciales de la serie Baleares quedan sólo en activo la Asturias y la Extremadura .
Además del envejecimiento, la falta de tripulaciones, debido a la crisis de vocaciones que existe entre los jóvenes para la profesión militar, está afectando seriamente a la 31 Escuadrilla. Algunas de sus unidades han estado navegando con sólo el 75% de la dotación humana que necesitarían. En números concretos: cada buque de la serie tendría que navegar con 253 tripulantes, pero en realidad han venido operando con 189. De manera que para la maniobra de arranque, que, en otros tiempos, movilizaba a 20 personas -entre ellas, los oficiales responsables-, ayer disponía sólo de ocho tripulantes, encendiendo la maquinaria.
La explosión de una caldera es vista por los técnicos como un accidente de otros tiempo y no del siglo XIX. El almirante Francisco Torrente en 1973, entonces jefe del Estado Mayor de la Armada, dudaba de que estos barcos pudiesen permanecer activos más allá del 2003.
Las viejas unidades que permanecen en activo son las últimas fragatas que están propulsadas por turbinas a vapor. La caldera genera el vapor de agua a altísimas temperatura y presión y que después acciona las turbinas Westinghouse. Pero es un sistema que gasta enormes cantidades de fuelóleo naval. Las fragatas Baleares españolas pertenecen al concepto DEG, que a su vez corresponde a la clase Knox de la Marina estadounidense con ligeras modificaciones.
Por eso las nuevas fragatas salen de los astilleros propulsadas por un sistema mixto de motores diésel y turbinas a gas, de menor consumo y más eficaces. A pesar de su antigüedad, y mientras están en activo, la 31 Escuadrilla debe revisar periódicamente todos sus barcos, ya sean viejos o nuevos. Y es Navantia de Ferrol su astillero de referencia.
El amianto
La explosión de ayer esparció por todo el buque y el exterior partículas de un polvo blanco que los bomberos locales advirtieron de que podía tratarse de amianto. Porque gran parte de las conducciones de calor y calderas de las viejas fragatas van recubiertas de amianto, de ahí la advertencia, porque se trata de un material extremadamente peligroso si se inhala.
Otro siniestro
En febrero pasado, un tripulante de la Extremadura resultó herido en unas prácticas. Se trataba de un cabo primero de 29 años, originario de Oviedo, que fue trasladado en helicóptero hasta el complejo sanitario Juan Canalejo. El percance ocurrió cuando el barco se hallaba a 27 millas de la costa de Ferrol. Fue realmente un accidente con armas, cuando el cabo realizaba ejercicios de tiro con una ametralladora Browning de 12,75 milímetros.
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