Más de dos mil mejilloneros se concentraron hoy ante la Xunta para exigir la «inmediata» aplicación de la normativa europea sobre aperturas y controles integrales de toxina, así como el «cobro sin demora» de una indemnización «justa» por la marea negra ocasionada por el Prestige.
La manifestación, convocada por Opmega, Federación Arousa-Norte, Amegrove, Nova Arousa, depuradores y el Consejo Regulador del Mejillón con el lema Por el futuro del mejillón gallego, comenzó en la Praza do Obradoiro y finalizó en la sede del Gobierno gallego, donde los organizadores leyeron un manifiesto que registraron en la Consellería de Pesca.
Entre 2.000 y 2.300 propietarios de bateas, según la organización de la marcha, y más de 1.000 según la Policía Local, corearon a gritos dirigidos a la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, que «el futuro del mejillón no está en la división» y que «gobernar no es separar».
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