El mal tiempo reinante durante las últimas semanas ha hecho que se revalorizara el poco pescado y marisco que llegaba a los mercados.
El mejor ejemplo de la situación es el vivido en Corme. Las rocas de O Roncudo siguen cerradas al marisqueo -sólo se abren en Navidad y para la fiesta del percebe, en julio-, y por ello los mariscadores acuden a otras zonas menos valiosas. El patrón mayor de Corme, Inocencio Suárez, explica que pese a que el percebe recogido no es el de la mejor calidad, alcanzó la pasada semana un precio por kilo que osciló entre los 60 y los 70 euros.
Suárez indica que este año hay menos marisco que el anterior, pero que tal vez por eso los precios son todavía más elevados, y estabilizándose en la línea de los 50 euros para los de cierta calidad.
El percebe no es el único marisco cuya cotización se nota en los ingresos de los profesionales del mar. También estos días el longueirón se vendía caro, y por el mismo motivo, en la lonja de Fisterra.
Cada kilo de bivalvo se pagaba entre 14,50 y 15 euros, una cantidad más elevada de lo habitual.
Otro marisco cuyo valor ha subido es la centolla. En la lonja de Fisterra la que se subastó ayer se movió entre 19,90 y 21, 50 euros por kilo, llegando a 4 euros en los pateiros. En otro de los lugares de referencia, Malpica, la oscilación estuvo entre los 23 euros de la de mayor calidad y los 8 de la más pequeña. Los precios actuales son cuatro veces mayores que cuando se abrió la veda.
Otro de los mariscos de temporada, el erizo, sigue manteniendo bajos los precios, tanto que para muchos mariscadores no vale la pena ni recogerlo. En Muxía cada kilo salió de la lonja entre 2,03 y 1,85 euros por kilo.
En los pescados, la carestía es menor. En la gama alta, el besugo muxián de mejor calidad salió del puerto a 22,60 euros. En Fisterra el rodaballo se afianza como el más caro: entre 26 y 35 euros por kilo, muy por delante de lenguado y salmonete, que andan entre 12 y 16.
Dicen en las lonjas que éste es un año de poca lubina. La que llegó a Malpica ayer se vendió por 28 euros el kilo.
El poco mero y palometa roja que encuentran los pescadores también lleva precios que superan, en los mejores ejemplares, los 20 euros. Entre los baratos destacan especialmente la caballa y el jurel, que llegan a 1,40 euros en el mejor de los casos.
Por malos tiempos pasa también el pulpo. Pese a que está en temporada, las capturas son bajas y los ejemplares que llegan a la lonja son de baja calidad. Su cotización llega, con suerte, a los 7 euros por kilo en los mejores casos.
Desde el sector especulan con que el mal tiempo haya repercutido negativamente en las capturas, aunque lo más probable es que se perciba ya el exceso de pesca.
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