Alimentación: Durante la alimentación se abren los tergos y escudos, desarrollándose los cirros, que se extienden a través de la abertura. El movimiento de los cirros es análogo al que se observa al abrir y cerrar los puños al mismo tiempo, estando en contacto las bases de las palmas. La velocidad del movimiento es, en promedio, de unas 140 veces por minuto. Durante el movimiento de cierre las partículas alimenticias suspendidas en el agua son atrapadas por las sedas. Cuando un cirro coge una partícula se dobla cara al campo bucal con entera independencia de los otros.

Reproducción: Durante la fecundación, que es cruzada e interna, el pene hace protrusión fuera del cuerpo y penetra en la cavidad del manto de otro individuo para depositar en ella los espermatozoos. Los huevos son incubados en un ovisaco de la cavidad del manto. La eclosión da lugar a una larva nauplio que nada libremente en el agua. Más tarde pasa al estado larvario que experimenta seis etapas peculiares de crecimiento. En ellas el cuerpo esta envuelto por un caparazón bivalvo y tiene un par de ojos compuestos sésiles y seis pares de apéndices torácicos. Cuando se encuentran en esta forma se fijan a las rocas mediante una sustancia cementaria que segregan unas glándulas situadas en la parte anterior da cabeza. El caparazón que envuelve al cuerpo sigue en forma de manto en los adultos, cubriéndose externamente por las piezas calcáreas típicas.