Noticias: Un armador ribeirense, entre los más buscados por la Interpol

El armador ribeirense Antonio Vidal Pego, de 32 años de edad, figura como uno de los delincuentes más buscados por la Interpol, al lado de forajidos de la talla de Josu Ternera y de algunos sospechosos de haber participado en el atentado del 11-M. La inclusión de Vidal Pego en el listado de prófugos se debe a la orden de busca y captura que un juzgado de Miami dictó a finales del pasado mes de septiembre contra él, por un supuesto fraude y un delito medioambiental, por figurar como apoderado de la empresa uruguaya Fadilur, a la que EE.?UU. acusa de intentar introducir ilegalmente en el país merluza negra procedente de Singapur para su venta en territorio estadounidense.

Acusaciones

Los hechos que se le imputan al ribeirense se remontan a mayo del 2004, fecha en la que, según la acusación, la empresa que administra Vidal Pego envió a Miami un cargamento de 24 toneladas de merluza negra presuntamente capturada por el buque Carran -un pesquero que figura en las listas negras de las organizaciones que luchan contra la pesca pirata-, y que tenía un valor de 314.397 dólares. Pero no quedó ahí la cosa. Según el fiscal del caso, Alexander Acosta, en julio de ese año, el demandado alteró la documentación que acompañaba el cargamento de merluza negra en un intento de «impedir, obstruir e influenciar la investigación del caso».

Un días después de que el jurado de acusación de Florida dictase su fallo, Antonio Vidal, en declaraciones a La Voz, rechazó con rotundidad las acusaciones, aunque admitió que en mayo del 2004 se produjo un error al documentar un contenedor, un desliz que fue subsanado. El armador aclaró que Fadilur no es responsable de la importación, sino que únicamente se limitó a vender mercancía a una compañía estadounidense. Es más, Vidal Pego afirma que la empresa está reclamando la restitución de los 314.397 dólares que costaba el contenedor de merluza negra.? El que tiene por protagonista a Antonio Vidal Pego es el primer caso criminal que se abre en Estados Unidos por actividades que implican la importación y venta ilegal de la citada especie, también conocida como róbalo de profundidad y, según las organizaciones ecologistas, amenazada por la excesiva presión pesquera que ejercen embarcaciones piratas.

Penas

Por los delitos que se le imputan, Vidal Pego se enfrenta a duras penas, como 20 años de cárcel por obstrucción a la Justicia y otros cinco por los cargos restantes, así como a una multa de 250.000 dólares. A eso se suman las condenas solicitadas para la empresa Fadilur, que se expone a recibir una multa de 500.000 dólares.

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