La Justicia australiana ha dictado una sentencia unánime absolutoria en el caso del pesquero «Viarsa I», que permaneció retenido desde agosto de 2003, junto con cinco de sus tripulantes, en el puerto de Perth.
El «Viarsa I», que se dedicaba a la pesca de la merluza negra, había sido perseguido por una patrullera australiana durante 21 días por los océanos Indico y Atlántico Sur, hasta que finalmente fue apresado y trasladado a puerto, bajo la acusación de pesca ilegal.
El pesquero es propiedad de la empresa uruguaya Navalmar, participada por una armadora gallega con base en Riveira (La Coruña).
De los 40 tripulantes, las autoridades australianas retuvieron al capitán, de nacionalidad uruguaya, 3 oficiales españoles y un marinero chileno, que han permanecido desde entonces en aquel país.
La sentencia -informaron a Efe fuentes de la armadora gallega- obliga a la liberación del barco y la carga y ahora se abre un proceso civil por daños y perjuicios, que serán «cuantiosísimos», agregaron.
El portavoz de la empresa expresó su enorme satisfacción por el final del «sufrimiento» de las personas retenidas y sus familias y concluyó que «siempre creímos en la Justicia australiana, aunque no en sus políticos».
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