Tres barcos de cerco gallegos, dos de ellos con base en Ribeira y uno en Laredo -aunque pertenece a un armador de Portosín-, han sido seleccionados por el Ministerio de Pesca para llevar a cabo una campaña centinela que tiene como objetivo comprobar la evolución de los stocks de anchoa en el Cantábrico, una pesquería que se cerró el 1 de julio pasado, después de que los buques decidiesen abandonar una pésima costera de la especie, con capturas tan escasas como no se recordaban desde hacía muchos años.
La iniciativa responde al compromiso que la ministra de Pesca, Elena Espinosa, suscribió con los pescadores de la cornisa cantábrica cuando estos se apostaron en Madrid, delante de su departamento, exigiendo ayudas para paliar el desastre económico que supuso la costera.
Los tres cerqueros gallegos forman parte de una flotilla compuesta por otros dos buques más -uno de Guetaria y otro de Santoña- y, aunque todavía no está fijada la fecha de inicio de la campaña, fuentes del Ministerio de Pesca explicaron que arrancará antes de que acabe el mes.
Fase teórica
La campaña centinela es, por así decirlo, la parte práctica que sigue a otra fase previa de carácter más teórico, en la que la prospección corrió a cargo de un grupo de científicos que, a bordo del buque oceanográfico Thalassa , realizaron los trabajos de evaluación del stock .
Cada uno de los barcos que tomarán parte en la campaña tendrá asignada una zona determinada del caladero, que se encargará de evaluar. Además, cada embarcación llevará un observador científico a bordo que documentará el número de lances y capturas.
Fuentes del ministerio aseguraron que los resultados de esta campaña servirán para complementar la información de la que disponen los científicos que asesoran a la Comisión Europea, con el fin de que tanto el Ejecutivo como el Consejo de Ministros de Pesca puedan tomar una decisión sobre la pesquería de la anchoa para el próximo año contando con la experiencia del sector.
Mantener el cierre
Por el momento, los expertos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) han sugerido al comisario Borg que mantenga cerrada la pesquería, al menos, hasta mayo o junio del 2006, y siempre que los resultados de la campaña detecten una recuperación del stock de anchoa. Según los científicos, no se han producido grandes cambios desde el año pasado y el nivel de reclutamiento de la especie continúa siendo muy pobre desde el 2001. ? El ICES reprocha a la UE que siempre haya fijado posibilidades de pesca de este pelágico muy por encima de la cifra recomendada, aunque también admite que en una especie de vida corta como es la anchoa, la gestión a través de totales admisibles de captura (TAC) no es la más adecuada.
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