Con 2 mil 900 kilómetros de costas, Panamá está ceñida por el mar. En este istmo de 75 mil 175 kilómetros cuadrados, cualquier persona puede desplazarse por vía terrestre de la orilla de un océano a la del otro en el término de una hora. Son datos que hablan de una potencialidad económica para el desarrollo de un país. De hecho, los índices económicos mundiales demuestran que las naciones que han desarrollado el sector marítimo son las que más éxito comercial han tenido.
En los últimos 10 años el crecimiento del país lo ha determinado el sector marítimo, desde sus distintas ramificaciones, y el gobierno ya habla de una talasocracia. No es para menos. Inversiones que alcanzan los 300 mil millones de dólares están directamente vinculadas con el tema marítimo.
En vista de esto, la estrategia económica del gobierno se fundamenta en dos puntos: fomentar la competitividad nacional, y promover el desarrollo económico y social a través de las potencialidades marítimas. "El futuro económico del país se verá por el desarrollo del sector marítimo", dice Carlos González De La Lastra, director general de la Autoridad Marítima de Panamá.
ESCOLLOS
Las actividades que se desarrollan en el mar no tienen límite, aunque no siempre son bien explotadas. Por ejemplo, en el sector turístico el país navega entre la opulencia y el descuido. Una de las actividades más atractivas para el amante del mar es la pesca deportiva. En este campo, Panamá registra alrededor de 150 récords mundiales de pesca, entre los que se incluye la captura de las mayores especies y tamaños.
Pero en las profundidades de esta actividad turística hay una realidad que pone al país en el ojo de la tormenta. Las infraestructuras portuarias no responden a las necesidades de un mercado creciente. El director de Desarrollo e Inversiones Turísticas del Instituto Panameño de Turismo, Jaime Cornejo, reconoce que hay que navegar más en busca de las soluciones para mejorar las entradas al mar. Son 93 puertos o muelles estatales que dan acceso tanto al Atlántico como al Pacífico, pero no todos reúnen las condiciones para hacer una travesía.
Cornejo considera que todavía hay muchas otras actividades relacionadas con el mar que se pueden explotar. Entre estas se encuentran la competencia de veleros y el yatismo, que aún no se han desarrollado, pero que por las característica marinas que presenta el país tiene un gran potencial económico.
TESOROS SUMERGIDOS
Si se desea profundizar, encontramos que para el buceo el mar panameño alberga una diversidad de posibilidades que son casi desconocidas.
Solo en el Atlántico se ofrecen incontables arrecifes coralinos, paisajes de fauna y flora submarinas que son una explosión de colores y formas que cautivan hasta al mejor conocedor de las profundidades marinas. Ni hablar de los archipiélagos del Pacífico. Pero una preocupación le asalta a Cornejo: los lugares más atractivos están en el interior del país, donde no hay una infraestructura hospitalaria adecuada para el turista, entre otras carencias.
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