Los estudios geofísicos relacionados con la producción de epicentros sísmicos (un epicentro es el punto de la superficie terrestre situado directamente encima de un foco sísmico) terminaron con esta visión, al detectarse un patrón en la distribución de los sitios donde se producían los seísmos, generalmente a lo largo de líneas o regiones bien delimitadas. Al dibujar este patrón de epicentros en un mapamundi se observan zonas demarcadas que coinciden en su mayoría, bien sea con las dorsales marinas (las fisuras a partir de las cuales fluye el magma en los océanos), o bien con las grandes fosas oceánicas.
Estos bordes delimitan lo que ahora se han denominado "Placas Litosféricas", estas placas son los fragmentos que conforman la Litosfera como un piezas de un rompecabezas, modificando el concepto de Litosfera desde la visión de una capa única y sólida en el concepto aceptado en la actualidad, el cual implica la corteza terrestre y la parte más superior del manto y que está fragmentada en grandes pedazos. Hasta el momento se han detectado 15 placas: la del Pacífico, la Suramericana, la de Norteamérica, la Africana, la Australiana, la de Nazca, la de Cocos, la Juan de Fuca, la Filipina, la Euroasiática, la Antártica, la Arábiga, la Índica, la del Caribe y la Escocesa.
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