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Para no abrasarse los dedos al pelar los pimientos, a poco de sacarlos del horno, métalos en una bolsa de plástico y átela para cerrarla. Una vez fríos los pimientos, verá cómo la piel sale sin dificultad. Solamente conviene tener cuidado de que no estén tan calientes que quemen la bolsa de plástico. |
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