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Los quesos con más de un 45% de materia grasa pueden ser congelados por un plazo de entre dos y cuatro meses. Los quesos secos, tipo parmesano, se congelan bien rallados. Los restos de queso pueden aprovecharse: reúnalos, córtelos a trocitos, póngalos en un cazo con leche y caliéntelo hasta que se fundan, espéselo si es preciso con un poco de Maicena y aromatícelo con algún buen vino que tenga a mano. Cuélelo todo y enváselo en un frasco que guardará en sitio fresco. |
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