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Una cena a base de quesos puede ser una auténtica aventura, un festival de sabores, pero conviene respetar siempre unas reglas elementales:
• empiece ofreciendo los quesos de cabra y oveja, del más suave y ligero al más consistente y recio, y sírvalos con un acompañamiento de verduras del tiempo, como rábanos, apio, zanahorias, etc. Ofrezca también rebanadas de pan de payés y un vino blanco seco.
• siga luego con los quesos de vaca, introduciendo variantes en los tipos de pan que los acompañen y en los vinos.
• presente los quesos sobre un soporte natural (mármol, madera, mimbre, cristal, etc), y evite las bandejas de plata o de acero que pudieran alterar el sabor de los quesos.
• la presentación, que debe ser sobria, puede complementarse con hojas de parra, flores o frutas.
• juegue con los colores para realzar el atractivo de los quesos que ofrezca. |
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