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La calidad y el grado de madurez de los tomates, las especias y hierbas que añada, son todos ellos elementos que modifican una salsa de tomate. Pero puede ampliar el abanico, añadiendo ingredientes diversos. Algunos podrían ser éstos:
• aceitunas. Negras o verdes, enteras o troceadas confieren sabor y textura a una salsa.
• quesos: particularmente el parmesano rallado le da a la salsa un toque italiano.
• carne: si añade carne picada de buey convertirá la salsa en una boloñesa.
Para respetar la fórmula original, añada también un poco de vino tinto y una cucharada de café de vinagre balsámico. Unas lonchas muy finas de bacón, bien frito, le aportan un toque especial. |
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