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Cuando compre un aguacate, asegúrese de que su piel sea flexible a la leve presión de su pulgar y que no presente manchas ni trazas de golpes. Para saber si su pulpa no va a reservar sorpresas, retírele el pedúnculo de su punta; si la piel que aparece debajo es de color claro, puede fiarse; si es oscura, más vale que elija otro. Prefiera los aguacates que no estén excesivamente maduros, son mejores. Además, si lo ha comprado verde, puede hacer que madure en casa rápidamente envolviéndolo en papel de diario. Los aguacates de piel rugosa son los más ricos. |
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