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Tome la carne que tiene que asar y colóquela el día anterior tapada con agua y sal (salmuera). La densidad de sal depende del tamaño de la carne y del tiempo que esté en remojo. Al día siguiente coloque la carne al horno y obtendrá una corteza crujiente y una carne sabrosa. También se puede poner en el agua una berza, es decir zanahorias, cebollas, apio todo cortado en trozos y algunas hierbas aromáticas. El alcohol se evapora rápidamente cuando se cocina algo a lo que se ha añadido. Pero queda el sabor de origen. En vez de agua, ponga cerveza, o vino con agua, o vino solo. |
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