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Si tiene en el balcón algunas plantas aromáticas, piense si no convendría conservar algunos ramilletes congelados para el invierno. Bastará con que los lave, los enjuague, los mezcle si quiere juntar varios sabores, y los ponga a secar. Una vez secos, los congela. También podría optar por pulverizarlos una vez congelados, con ayuda de un rodillo de estirar la masa, y devolverlos enseguida al congelador. Podrá conservar las hierbas hasta diez meses sin que pierdan el intenso aroma de las plantas frescas. |
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