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Sumergir la caza o la carne en un baño perfumado de vino y especias, es decir, marinarla, no altera en absoluto el valor nutritivo de las proteínas; en cambio, puede mejorar la digestibilidad de una carne un poco dura, porque le ablandaría las fibras. Pero hay que tener en cuenta que la carne debe marinarse en la nevera hasta el momento de guisarla. A temperatura ambiente, incluso en la propia marinada, podrían desarrollarse gérmenes indeseables, y la acción antiséptica del alcohol, presente en el vino, no bastaría a detener su desarrollo. |
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