La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha dado a conocer los datos relativos al movimiento de viajeros en los siete primeros meses del año, asegurando que se han producido, aproximadamente, 460 millones de “llegadas internacionales”, lo que supone un aumento de 25 millones en relación con el mismo periodo del año anterior.
En el informe dado a conocer por la OMT se indica que “numerosos sucesos y cambios” habrían podido socavar la confianza de los turistas, en relación con la incidencia del terrorismo o los fenómenos naturales en la economía de este sector.
Fortaleza del sector
La OMT indica que, aunque algunos países siguen recuperándose de los efectos del devastador maremoto acaecido en el océano Índico y de los tsunamis, la catástrofe no ha modificado significativamente las tendencias mundiales o regionales del turismo, tal y como predijo la organización a comienzos del año. Lo mismo puede decirse de los atentados de Londres, Turquía (Kusadasi, Estambul y Ankara) y Egipto (El Cairo y Sharm-el-Sheikh), a los que se han sumado accidentes aéreos y desastres naturales, entre ellos inundaciones, sequías, huracanes y terremotos.
A juicio de la OMT, “el sector ha vuelto a demostrar su resistencia ante ese tipo de conmociones”.
En términos de comportamiento de los consumidores, resulta bastante evidente que las amenazas externas no han disuadido a los viajeros. “A escala mundial, los efectos de esos golpes han sido inapreciables”, se asegura en el informe, “puede que se hayan producido modificaciones temporales de los flujos de viajeros, pero los turistas no han dejado de viajar”.
En el plano local, las consecuencias en las zonas afectadas pueden ser graves pero, en la mayoría de los casos, su duración es sorprendentemente corta.
Por otra parte, la OMTE considera que es demasiado pronto para evaluar el posible efecto de los últimos huracanes, el Katrina y el Rita, que se produjeron el mes pasado.
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