En eso de hacer el guiri, cada nacionalidad tiene sus propias peculiaridades. El desembarco en Galicia de las aerolíneas de bajo coste traerá a la comunidad el próximo año unos 200.000 viajeros procedentes, sobre todo, de países como Gran Bretaña, Italia o Alemania.
En el Centro de Estudios Turísticos (Cetur) de la Universidade de Santiago de Compostela pretenden aprovechar su llegada para analizar sus gustos y después diseñar productos interesantes que ofrecerles a los nuevos visitantes.
Según explica el geógrafo Xosé Santos, director del Cetur, Galicia se ha dotado ya de una buena red de alojamientos, pero ahora debe de afrontar un nuevo reto, el de ofrecer más cosas que hacer a los que la visitan, para que pasen en la comunidad más tiempo. “En Santiago, por ejemplo, no se puede centrar todo en el tema religioso, porque puede ser una oferta interesante para los italianos o los alemanes católicos, pero un británico ya no lo es”, explica Santos. El profesor de Geografía asegura que el turismo de Gran Bretaña suele dedicarse a cosas que a los gallegos no nos llaman tanto la atención, como la botánica o la observación de pájaros. “En el norte de Francia han abierto jardines para ellos”, explica.
El desarrollo de estudios de mercado sobre el comportamiento y las demandas de los turistas italianos, alemanes, franceses o portugueses, entre otros, es el principal proyecto que el Cetur acometerá el próximo año. El centro, creado en el otoño de 2004, ha puesto el eje de su actividad hasta ahora en el Observatorio Turístico, que pretende conocer el perfil de los visitantes que llegan a Santiago y Lugo, mediante la realización de encuestas.
Gastronomía y naturaleza
“Los sondeos nos dicen que los turistas vienen a Galicia buscando gastronomía, naturaleza, cultura y también una parte de ellos sol y playa”, señala Santos, para quien la comunidad debería de aprender de la oferta que se da a los visitantes en lugares como Francia o el Reino Unido, donde “llegas a una oficina de turismo y tienes 500 folletos para visitar 2.000 sitios”. Pone como ejemplo lo que ocurre en Fisterra. “Es un lugar único en Europa, que tiene un paisaje espectacular pero llegas allí y no tienes nada que hacer, debería de haber un centro de interpretación que te propusiese rutas guiadas, o donde se explicasen las leyendas de la zona, con lo que dejarían allí un beneficio económico”, explica el director del Cetur.
Revalorizar las casas rurales
Si en algún sector se hace evidente la falta de actividades que ofrecer a los visitantes es en el turismo rural. “La gente llega y no tiene nada que hacer en la zona, por lo que suele irse a las ciudades o pueblos a pasar el día”, señala el director del Cetur, Xosé Santos.
La escasa ocupación de las casas rurales gallegas, un 18% de media, pone de manifiesto que algo falla. Para que realmente sirvan como un elemento de dinamización del rural, que ayude a fijar la población, aún queda mucho camino por recorrer. “Hay que crear muchas más empresas que ofrezcan a los visitantes deportes de naturaleza, como rafting en los ríos, actividades de senderismo dirigidas, visitas guiadas a la zona”, explica Santos. La idea es que los visitantes realicen más gasto en el lugar y prolonguen su estancia.
Para el director del Cetur, los espacios naturales gallegos no están suficientemente puestos en valor, por lo que habría que potenciarlos creando más centros de interpretación de la naturaleza.
Potenciar ciudades termales
El turismo termal ha cobrado fuerza en Galicia en los últimos años. La oferta es amplia y el sector espera seguir creciendo, ya que existen varios proyectos para crear nuevos balnearios. “El termalismo tiene como punto fuerte que genera empleo de calidad, se demanda personal especializado como médicos o fisioterapeutas”, explica el geógrafo Xosé Santos.
Sin embargo, todavía hay aspectos a mejorar para que los balnearios funcionen como motor económico de las localidades en las que se asientan. “Muchas veces acude un tipo de turistas que no sale de las instalaciones, lo que evidentemente es bueno para los centros, pero se desaprovechan las posibilidades de desarrollo turístico de la zona”, explica Santos. Para el director del Cetur, el ejemplo a seguir son las ciudades balnearias de países como Reino Unido o Alemania, con gran tradición termalista. En este sentido, el profesor de Geografía señala también a la localidad pontevedresa de Mondariz, donde se sigue manteniendo ese espíritu de villa termal
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