Elaboración: Cueza la pasta en agua con sal y un chorro de aceite, escúrrala y pásela por agua fría con el fin de reservarla. Corte el bonito en rodajas, lo más finas posible, caliente un vaso de aceite con medio de vinagre a fuengo lento y viértalo sobre el pescado. Déjelo un día macerando. Coloque la pasta como base del plato, ponga el bonito macerado encima, saltee las gambas, sazonadas y espolvoreadas con perejil, y adorne la fuente con ellas. Incorpore las aceitunas negras y aliñe la ensalada con el jugo de la maceración, corrija de sal y sírvalo. |