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Consejos básicos
• Es importante estar en forma y practicar ejercicio con regularidad para poder soportar las condiciones de la inmersión sin fatigarse.
• Beber agua en cantidad, en especial durante inmersiones en zonas cálidas. La deshidratación incrementa el riesgo de accidente de descompresión.
• Dormir todo lo que se necesite. La fatiga puede aumentar el riesgo de accidente por descompresión.
• No beber alcohol o procurar no beber mucho. El alcohol favorece la salida de líquidos del cuerpo por la orina provocando deshidratación y aumentando por tanto el riesgo de accidente por descompresión.
• Evitar bucear si no se está en óptimas condiciones. Un estado de indisposición puede llevar a no saber afrontar ciertas situaciones bajo el agua.
Durante la inmersión
• Evitar el ejercicio intenso tanto antes como durante y después de la inmersión. El riesgo de accidente por descompresión también se ve favorecido por el cansancio muscular.
• Durante la inmersión el ejercicio intenso puede provocar alteraciones en el ritmo respiratorio, con el consiguiente aumento de consumo de aire y aumento de la absorción de nitrógeno en los tejidos.
• Evitar pasar frío. El nitrógeno se disuelve más fácilmente en los tejidos fríos que en los calientes, de forma que al tejido frío le cuesta más eliminar el nitrógeno acumulado. Hay que protegerse adecuadamente, tanto dentro como fuera del agua.
• Los buceadores de más edad deben extremar sus precauciones. Su menor actividad física unida a la presencia de otras enfermedades o molestias aumentan los riesgos bajo el agua. Deben considerar reducir sus tiempos de inmersión en un 20 o 30% y no entrar en descompresión. |
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