El POP es el peor tóxico de nuestro ambiente; se conocen hoy como POP, o agentes contaminadores orgánicos persistentes. Estas sustancias son generalmente extremadamente tóxicas en cantidades pequeñas, y porque viajan las largas distancias vía corrientes de aire, ponen en peligro a la gente, a la flora y a la fauna de todo el mundo. Ahora también sabemos que POP son llevados por la atmósfera hacia los ambientes polares donde, en las condiciones frías, condensan y se depositan. Este mecanismo se propone ahora como paradigma para explicar las concentraciones asombrosamente altas de POP presente en ambientes árticos, así como en la gente que vive allí.

La otra particularidad, extremadamente preocupante, característica de POP es que no pueden ser rehabilitados fácilmente por procesos naturales - en otras palabras, son persistentes-. En algunos casos, cuando ocurre la ruptura, crea productos químicos que son aún más peligrosos que las sustancias originales. Dioxin, un subproducto de la combustión procesa la participación de la clorina, es uno del POP más venenoso conocido por la ciencia.

El PVC es uno de los tipos lo más extensamente posible usados de plásticos. Es utilizado por los fabricantes para los interiores del coche, en ventanas, envoltorios, tarjetas de crédito e incluso en los hospitales para los materiales desechables médicos.