Los ecosistemas marinos presentan una gran variedad de recursos aprovechables por la naturaleza y por el hombre, además de participar en la producción, almacenamiento y reciclado de nutrientes, en el filtrado de contaminantes y oxigenación de las aguas. Su conservación es una herramienta de trabajo para la continuidad de la vida y por ello es necesario protegerlos legalmente mediante los llamados “espacios protegidos”.
Los ecosistemas marinos se encuentran sometidos a una serie de actividades humanas que amenazan su conservación. Esta actuación produce la degradación, fragmentación y pérdida de ambientes por sobreexplotación de los recursos pesqueros, contaminación, introducción de especies exóticas, cambios climáticos, incremento de radiación ultravioleta, todos estos factores remanifiestan por la escasa conciencia ambiental y poca preocupación por el medio marino.
Esta postura esta cambiando. La conciencia de la opinión pública de los últimos años ha hecho que las autoridades comiencen a elaborar planes de gestión para proteger el medio marino a través de diversos caminos.
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