Estas tierras formadas por diatomeas son utilizadas para fabricar vidrio, dinamita, cemento para usos especiales, polvos pulidores y materia prima para filtros de agua, y también para la fabricación de la cabeza de las cerillas y en la industria farmacéutica.
Al igual que lo señalado para el fitoplancton en general, la cantidad de diatomeas que contiene el mar varía con las épocas del año, ya que estos vegetales van a disminuir durante el invierno y se multiplican, con gran vigor, en la primavera. Durante el invierno y al inicio de la primavera se presentan temporales en el mar que hacen que las aguas se revuelvan, pasando las capas profundas a la superficie, con el consiguiente acarreo de gran cantidad de sustancias minerales, que representan un fertilizante que será aprovechado por las diatomeas para su nutrición; al mismo tiempo, en la primavera, estos vegetales recibirán directamente la luz del Sol, lo que hace que se estimule su reproducción y que aumenten en número, ya que las condiciones del medio son ideales para su florecimiento.
En la primavera ocurre un repentino despertar de estos diminutos organismos del mar, los que inician su reproducción con una rapidez casi increíble, aumentando en proporciones astronómicas, llegando a más de 200 mil individuos por litro de agua. La primavera del mar pertenece al fitoplancton, pero principalmente a las diatomeas, que cubren amplios tramos del océano, dándole una coloración pardo-verdosa que es característica del pigmento que se encuentra en el cuerpo de estas pequeñas plantas.
|