Lo más importante para poder vivir en este medio es la capacidad de mantenerse en el seno del agua sin hundirse. Existe desde luego en todo el zooplancton la capacidad de natación, pero es muy importante poderse mantener en un nivel dado sin consumo de energía. De ahí que la vida en este ambiente pelágico haya producido una serie de adaptaciones tanto estructurales como fisiológicas para mejorar la flotabilidad. Sobre las adaptaciones estructurales podemos mencionar:
• Aumento de las superficies de rozamiento. En los crustáceos tenemos el exoesqueleto prolongado por espinas, sedas, y otras prolongaciones. en los copépodos existen sedas muy plumosas tanto en las patas como en los demás apéndices, se alargan las antenas, etc.
• Morfología adecuada, ya que la forma del cuerpo puede determinar un retardo en el hundimiento. Algunos organismos tienen el cuerpo delgado corno una hoja. La propia forma de las medusas, como un paracaídas es indudablemente una ayuda al mantenimiento en el agua sin hundirse.
• Disminución del tamaño. Lleva al mejoramiento de la relación superficie/volumen. Una pequeña talla es ventajosa para la flotación pasiva.
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