FORAMINÍFEROS.
Los foraminíferos se caracterizan porque su célula está cubierta por una concha o caparazón, que tiene perforaciones por donde el animal saca prolongaciones celulares, los seudópodos o falsos pies, que van a formar una red con gran cantidad de pequeñas granulaciones que son arrastradas, activamente, por las corrientes del citoplasma, tomando una forma característica de red granular llamada rizópodo o seudópodo granulorreticuloso; estas prolongaciones les sirven para capturar su alimento y para realizar pequeñas migraciones.
Los foraminíferos solamente viven en el agua del mar, están ampliamente distribuidos en el océano, especialmente en los mares tropicales y subtropicales. Se conocen más de mil especies que viven en la actualidad, además de muchas otras fósiles. La concha de los foraminíferos es una de las creaciones más bellas de la naturaleza y adopta, generalmente, la forma de un pequeñísimo caracol; puede medir desde unas décimas de milímetro hasta varios centímetros, como sucede en algunos fósiles que alcanzan 15 centímetros de diámetro.
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