El caparazón puede presentar diferente composición: cuando el organismo es joven su cubierta es de quitina, pero posteriormente se complica; solamente en algunos casos pega a su superficie granos de arena o de mica, formando los caparazones arenosos o aglutinados; en otros, la quitina es sustituida por carbonato de calcio (esto es lo más frecuente), formando los calcáreos, y otras veces, generalmente las más raras, se cambia por sílice, constituyendo los silicios.
La célula que forma el cuerpo de los foraminíferos tiene la propiedad de formar seudópodos, por lo que presenta el aspecto amiboideo. Su nutrición es heterótrofa y se alimenta de pequeños organismos como diatomeas y otros protozoarios. Se reproduce asexualmente por división múltiple y también pueden presentar procesos sexuales.
Entre los foraminíferos planctónicos más difundidos y abundantes se encuentra el género Globigerina, que recibe este nombre por presentar su concha formada por varias cámaras globulosas constituidas por carbonato de calcio que permiten que el animal flote. Cuando las globigerinas mueren, sus conchas se van a depositar en los fondos marinos formando capas de sedimento llamadas "cieno de globígerinas", en donde los esqueletos de estos foraminíferos representan el 30% de la totalidad de restos que se encuentran en ellos.
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