Hasta hace poco tiempo, debido a que los procedimientos de colecta del plancton no lo permitían, no se había valorado la enorme importancia que tienen los ciliados en él, ya que sólo se tenía estudiado un grupo de ciliados planctónicos, el de los tintínidos, que al presentar una cubierta se conservan en las redes de colecta.
Con los nuevos métodos empleados en la actualidad se ha podido estudiar a una gran variedad de ciliados desnudos que viven en el plancton, encontrándose elevadas cantidades de organismos por volumen de agua analizada, hasta 12 mil individuos por litro, lo que indica el importante papel que desempeñan en las cadenas de alimentación marinas.
Los tintinidos se mueven utilizando una multitud de finos cilios que rodean su cuerpo y que además les sirven para la caza de su alimento, que generalmente son otros microorganismos del plancton. La célula que forma su cuerpo está alojada en una cubierta de materia orgánica llamada testa o lóriga, que adopta la forma de tubo o de cuerno, a cuya superficie se adhieren algunos cuerpos extraños, como granos de arena, mica o espículas de esponja.
La testa de los tintínidos reviste formas y aspectos muy marcados, y a veces son de una elegancia que rivaliza con la de los radiolarios. Esta cubierta permite, por sus características, identificar a las especies. La pared de la lóriga puede ser sencilla como en el género Anphorella o doble y gruesa corno en Favella.
La mayoría de los tintínidos son marinos y todas las especies, a excepción del género Tintinnopsis que también vive en aguas dulces, pertenecen al plancton oceánico o de alta mar; en casi todas las muestras sólo se encuentran las lórigas, por lo que se conoce poco de su biología, aunque, en la actualidad, al poderlos cultivar, se están ampliando los conocimientos sobre ellos.
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