Las medusas, por lo tanto, representan sólo la fase reproductora de los hidrozoarios, aunque también suelen ser los individuos adultos de otro grupo de celenterados, el de los escifozoarios. Estas medusas logran su flotación adquiriendo la forma de "paraguas" o "paracaídas"; toman el aspecto de sombrerillos vivientes, transparentes y policromadas estructuras que nadan majestuosamente merced a los reposados y rítmicos movimientos de contracción de la sombrilla.
Su cuerpo está formado esencialmente por el agua, hasta el extremo que ésta alcanza una cifra aproximadamente igual al 98% del peso total del animal. El organismo se encuentra materialmente "disfrazado de agua de mar", pero con formas tan bellas que ni la fantasía podría imaginar, adornando su cuerpo con una serie de filamentos llamados tentáculos suavemente prolongados y delicadamente ondulados. Algunos biólogos que han analizado el cuerpo de las medusas que tienen un peso de 6 kilogramos, apenas han obtenido 10 gramos de materia orgánica, ya que el resto está formado por agua.
Este hecho no ha pasado inadvertido para los pescadores, que no han visto otra cosa que agua en la masa gelatinosa que forma la mayor parte de la sombrilla y la llaman en algunos lugares aguamar y en otros aguamala, aludiendo este último nombre al escozor violento que producen en la piel del hombre. En muchas playas abundan ciertas medusas, provistas de innumerables tentáculos que forman una enmarañada cabellera urticante, azote de bañistas.
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