Las áreas que ocupan las especies pueden ser muy amplias; se denomina euricoras a los organismos que viven en estas condiciones. En otras ocasiones viven en áreas muy restringidas, llamándose entonces estenocoras. Cuando las especies ocupan áreas extremadamente estrechas, se les llama endémicas.
Las especies endémicas pueden ser de origen reciente y, por lo tanto, aún no han dispuesto de tiempo suficiente para extenderse y ocupar un área mayor; pero también pueden ser los residuos de especies antiguas que tuvieron una distribución más amplia y que, actualmente, han quedado reducidas a unas pocas localidades adecuadas.
En cada especie se puede considerar que los individuos presentan una presión de migración de los lugares en donde se encuentra la mayor densidad de población hacia los de menor densidad. La rapidez de este desplazamiento de los organismos de un lugar para establecerse en otro depende de la abundancia con que son producidas las unidades de dispersión (huevos, larvas e individuos juveniles), de sus características en relación con los medios que los transportan, y de sus cualidades de estructura y función para adaptarse a los nuevos lugares.
Las especies de ecosistemas menos integrados y considerados, por lo tanto, menos maduros, como el caso del plancton, se dispersan a mayor velocidad que las especies propias de ecosistemas maduros o mejor integrados como el bentos y, en especial, los arrecifes de coral.
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