El plancton produce un mayor número de unidades de dispersión y tiene una enorme difusión a través del movimiento de las aguas producidas por las corrientes, el oleaje, las mareas, etcétera; mientras que los organismos bentónicos del litoral se dispersan por medio de larvas planctónicas, o bien, unidos a algas u otros objetos que flotan a la deriva y por lenta progresión individual.
Debido a la manera en que se ha ido estructurando esta distribución a través del tiempo, los organismos planctónicos van a presentar diferentes características en los distintos océanos; por ejemplo, en el Atlántico se encuentran como representantes de los sifonóforos a Valella velella, mientras que en el Pacífico se localiza otra especie, la Velella lata: ambas presentan características especiales en su estructura que permiten diferenciarlas.
Por la relativa rapidez con que pueden ocurrir los cambios en la distribución de la flora y fauna planctónicas, se hace muy difícil construir una historia de la evolución de los organismos del plancton que permita explicar, de manera adecuada, las distribuciones que en la actualidad presentan. Por ello, los científicos han elaborado diferentes clasificaciones para las regiones biográficas del océano.
Se conoce poco de la distribución de los organismos planctónicos del Océano Antártico, pero se sabe que poseen caracteres propios que hacen suponer que tienen gran antigüedad y, con todo y las rigurosas condiciones de vida que soportan, presentan un mayor número de especies, de modo que constituyen una fauna más variada que la del Océano Glacial Ártico. Por ejemplo, en el plancton recolectado en el Antártico se han localizado larvas de equinodermos pertenecientes a 100 géneros con 252 especies, mientras que en el Ártico sólo existen 32 géneros y 52 especies.
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